1. ¿Su nombre posee Distintividad? Es unico, rompe los códigos de términos existentes y puede hacer crecer la notoriedad del producto o servicio que representa.

2. ¿Es Fácil de escribir, legible y pronunciable? Es mucho más complejo construir la identidad de una marca impronunciable.

3. ¿Identifica producto, servicio, nombre comercial sin ser descriptivo? Un nombre tiene que ser creíble. Las denominaciones descriptivas o de uso común para identificar, afectan a la credibilidad de la marca cuando se pretende extenderlas a categorías distintas de la original.

4. ¿Está libre para su registro como marca? Un nombre tiene que ser registrable. La enorme saturación de los registros dificulta los procesos. Los nombres distintivos son más fácilmente apropiables.

5. ¿El dominio .com y redes sociales está libre?  Las marcas se construyen a través de buenas historias. El nombre debe saber sintetizarla sin utilizar referencias preexistentes considerando la nueva era digital que impide alegar desconocimiento de existencia.

6. ¿Es creativo, sin parecido fonético a otras marcas? Cada palabra tiene que ser coherente con el sistema de marcas. Debe poder convivir con otras marcas asociadas a rasgos similares y sonar distinto.

7. ¿Tiene personalidad sin ridiculizar ideas? Debe proyectar una personalidad propia.

8. ¿No significa nada descriptivo en otro idioma? Un nombre tiene que ser flexible y duradero. Debe permitir extender la marca a otros sectores.

9. ¿No suena grosero, inmoral o contra las buenas costumbres en ningún idioma? Un nombre debe evitar asociaciones negativas. Es importante realizar controles lingüísticos en otras lenguas para evitar errores flagrantes.

10. ¿Tiene una justificación con gancho sin ser de uso común para la población? Historia, metáfora, vínculo, etc. Un nombre tiene que ser sugerente y evocador. Las asociaciones que remiten a conceptos concretos son más poderosas y más fáciles de retener en la memoria.